Después de un siglo de existencia, los pabellones modernistas se habían colapsado arquitectónicamente por el uso sanitario a lo largo de los años.
Con el traslado de los servicios médicos al nuevo hospital, durante 2009 se puso en marcha la mayor recuperación patrimonial de Europa, con 13.5 hectáreas de superficie.
Antes que se iniciaran las obras, se constituyó la Mesa de Patrimonio del Recinto Modernista de Sant Pau, organismo de seguimiento y coordinación de todo el proceso de rehabilitación. Integrada por miembros de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la Mesa aprobó unos criterios de intervención para asegurar una rehabilitación de calidad y respetuosa con el valor patrimonial del recinto.
También se tienen en cuenta una serie de criterios de sostenibilidad y tecnológicos para conseguir que el recinto y los nuevos usos respondan a las necesidades de nuestro tiempo.